El caso de Sadisah es ilustrativo de la situación de los trabajadores de la Nike. En 1991-92 la investigación realizada conjuntamente por sindicatos norteamericanos e indonesios demostró que cuatro de las seis factorías que trabajan para la Nike no pagan el salario mínimo establecido oficialmente y que no llega a cubrir las necesidades básicas de los trabajadores. Tres de las factorías ocupan a niñas de 14 años, 50 horas a la semana, y hay otros incumplimientos com los referentes a las horas extras, vacaciones, permiso de maternidad, salud y seguridad, que se producían a pesar de que el código de conducta ya había sido firmado por la multinacional.